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martes, 6 de marzo de 2012

El retrato de Dorian Gray


Comentario De
 “El retrato de Dorian Gray”
 


·                                                   Contextualización

“El retrato de Dorian Gray” es la única novela (larga, porque sí escribió novela corta) del escritor
irlandés Oscar Wilde, considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío.

Puede enmarcarse a este autor dentro de los movimientos artísticos conocidos como esteticismo y
decadentismo. Ya desde su período en el Magdalen College, Wilde adquirió renombre por el papel desempeñado
en dichos movimientos. Concretamente, Wilde llegó a convertirse en uno de los
principales representantes del esteticismo en Gran Bretaña.

Dicha corriente, el esteticismo, fue un movimiento artístico inglés basado en la doctrina de que el arte
 existe en beneficio de su exclusiva belleza y que ésta debe ser elevada por encima de la moral y de los
temas sociales. Este movimiento se originó a finales del siglo XIX como oposición a las filosofías
utilitaristas imperantes, a la “fealdad” y al materialismo que caracterizó la época industrial. Sus
 fundamentos filosóficos fueron asentados por Immanuel Kant, quien propuso que las normas
estéticas podían ser separadas de la moralidad, la utilidad o el placer.

El esteticismo vino acompañado, por lo general, de un cierto exotismo e interés por países lejanos, especialmente
por los orientales, que ejercieron gran fascinación en autores como el inglés Richard
Francis Burton. En el caso de Wilde, éste sintió esa misma fascinación por la Antigua Grecia. Wilde dio
pruebas de ser un prominente clasicista, primero en Dublín y luego en Oxford. Ya se sintió fascinado por
 la cultura clásica desde su último año en la Portora School de Enniskillen, como se puede comprobar por
 las propias palabras del autor:

“Tenía yo dieciséis años cuando la belleza de la antigua vida griega se alzó en mí como una aurora. De
 pronto me pareció ver las formas humanas blancas, formando sombras malvas sobre las palestras
soleadas, grupos de adolescentes y de vírgenes desnudas moviéndose sobre un fondo azul oscuro, como
sobre el friso del Partenón.”

Desde su etapa en Oxford, Wilde se dio a conocer por su implicación en la creciente filosofía del
esteticismo, guiado por dos grandes figuras, Walter Pater y John Ruskin, a quienes él siempre admiró intensamente y que
 influyeron en su concepción, tanto artística como literaria y estética.

Como portavoz del esteticismo realizó varias actividades literarias; publicó un libro de poemas y dio conferencias en
 Estados Unidos (donde fue ridiculizado por sus poses extravagantes) y Canadá sobre el Renacimiento inglés.

   

El movimiento estético llegó a su fin en 1895 con el juicio del noveno marqués de Queensberry contra
 Oscar Wilde.

Asimismo, puede enmarcarse a Wilde dentro del movimiento decadente, entendiendo por decadentismo
la corriente artística, filosófica y principalmente literaria, que tuvo su origen en Francia en las últimas
dos décadas del siglo XIX y se desarrolló por casi toda Europa y algunos países americanos. El
 decadentismo arremete contra la moral y las costumbres burguesas, pretende la evasión de la realidad
cotidiana, exalta el heroísmo individual y desdichado y explora las regiones más extremas de la sensibilidad y del
inconsciente. La máxima expresión del decadentismo lo constituye la novela “A rebours” (A
contrapelo), escrita en 1884 por el francés Joris-Karl Huysmans. La novela narra el estilo de vida exquisito
 del duque Jean Floressas des Esseintes, que se recluye en una casa de provincias para satisfacer el
propósito de la realidad por el sueño de la realidad. Este personaje se convirtió en un modelo ejemplar
para los escritores decadentes, de tal forma que se considera descendiente directo de des Esseintes el
personaje de Dorian Gray de “El retrato de Dorian Gray”.

Las similitudes son más que evidentes; la narración se concentra casi totalmente en su personaje principal,
que queda huérfano al igual que Dorian Gray, y la obra es más bien un catálogo de los gustos y la vida de
 Des Esseintes (tal y como sucede en “El retrato de Dorian Gray”), el cual es un excéntrico, recluido
estético y antihéroe, que odia a la burguesía y al utilitarismo del siglo XIX, y que trata de retirarse en
un mundo artístico creado por él mismo. Des Esseintes como Dorian Gray, es un dandy y esteta rebelde,
que se caracteriza por su cinismo ético y su perversidad moral. Encuentra placer en la perversidad estética,
como forma de invertir las normas y los valores convencionales que imperan en la sociedad de su tiempo.
Se rebela contra el conformismo moral y los prejuicios sociales.

Además de todo ello, se cree que sea “A rebours” el venenoso libro francés que Lord Henry Wotton entrega a
Dorian Gray y que finalmente lo lleva a su completa corrupción en la novela.

Asimismo, es posible apreciar en “El retrato de Dorian Gray” la influencia de Walter Pater, cuya obra
“Mario el epicúreo”, influyó en los escritores decadentes al establecer que la vida debe ser vivida
intensamente, tomando como ideal a la belleza. En la novela de Wilde el personaje de Lord Henry
afirma que "lo único que vale la pena en la vida es la belleza”.

 

“El retrato de Dorian Gray”

Wilde escribió “El retrato de Dorian Gray” a petición de la revista americana Lippincott's Monthly
Magazine, la cual daba como suplemento de cada número una novela inédita de un escritor conocido.
La primera versión de la obra apareció el 20 de junio de 1890 (en otras fuentes aparece julio de 1890).[ Posteriormente,
Wilde revisaría la obra, haría varias modificaciones y agregaría nuevos capítulos. La
versión modificada fue publicada por Ward, Lock, and Company en abril de 1891. Wilde, en un primer momento al ser
requeridos sus servicios no mostró el menor entusiasmo, pues entre otras cosas, le
fatigaba escribir un largo trabajo en prosa. Pero la necesidad de dinero le decidió y compuso la obra
con un placer creciente y una fácil celeridad. Tan rápidamente escribió la obra, que algún biógrafo suyo
afirma que terminó esa novela en quince días. “El retrato de Dorian Gray” supuso un éxito para la fama
literaria de Wilde, no así para su fama personal, puesto que la crítica, en general, no sólo juzgó el libro
desfavorablemente sino que lo tachó de inmoral. Concretamente, el Daily Chronicle atacó su obra
afirmando que era venenosa.

·                                                   Análisis del contenido

Temas

En lo que respecta a la temática de “El retrato de Dorian Gray”, el tema principal de la novela es el
narcisismo, ya que el personaje principal posee una excesiva admiración por sí mismo, hasta el extremo
de no desear otra cosa que conservarse tal y como aparecía en el cuadro para siempre. Otro tema central
 en la novela es el dandismo, caracterizado por la extremada elegancia y refinamiento de algunos
 personajes como el de Lord Henry, con su manera de comportarse y su templada forma de hablar.
El fin supremo de la vida para Lord Henry es la satisfacción de los deseos inmediatos, lo cual lleva a
incluir al hedonismo en la temática de la novela. Esta filosofía de vida se observa en las alusiones al
placer que hace Lord Henry y que luego seguirá Dorian Gray a lo largo de su vida.

Todos estos temas aparecen en la novela, pero siempre partiendo del argumento universal de la eterna
juventud. Además, se tratan otros aspectos como la decadencia tanto de la sociedad (bajo el reinado de
Victoria I) como del personaje de Dorian Gray y la corrupción de su alma. Asimismo, aparecen
retratadas la vanidad, la arrogancia, la perversidad, el homoerotismo y la moral hipócrita de la
sociedad de la época.

Estructura

El esquema estructural es el clásico constituido por planteamiento, nudo y desenlace; el cual sigue una disposición lineal
en la que los elementos de la novela aparecen unos detrás de otros hasta el final.

Asimismo, la novela está perfectamente estructurada en veinte capítulos, los cuales mezclando
realidad y fantasía, cuentan la obsesión de un hombre atractivo y exitoso por mantenerse siempre joven,
después de que un amigo, el pintor Basilio Hallward, le retratara soberbiamente en un lienzo. Naturalmente,
su deseo se convierte en tragedia tras darse cuenta de que su petición ha sido escuchada, lanzándose así
en una espiral de vicio, locura y enajenación.

Argumento


La novela comienza cuando Lord Henry Wotton observa a su amigo Basilio Hallward pintando el retrato
de un hermoso joven llamado Dorian Gray. Dorian llega poco después y conoce a Lord Henry. Lord
Henry charla sobre su propia idea del mundo y Dorian comienza a convencerse de que la belleza es lo
único que vale la pena tener en la vida y desea que el retrato, que Basil está pintando, envejezca en
su lugar. Bajo la influencia de Lord Henry, Dorian comienza a explorar sus sentidos. Una noche
descubre a Sibila Vane, una actriz que trabaja en un sórdido teatro interpretando obras de Shakespeare.
Dorian le propone matrimonio. Sibila cuenta sus planes a su madre y a su hermano, refiriéndose a su
prometido como “Príncipe Encantador”. Su hermano, James, advierte que si el “Príncipe Encantador
le hace daño alguna vez, él lo matará. Dorian invita a Basilio y Lord Henry a ver actuar a Sibila en su representación de
 Romeo y Julieta. Pero Sibila, embargada por la emoción del próximo matrimonio y enamorada de Dorian, pierde interés
en el teatro, por lo que esa noche interpreta pésimamente a Julieta.
Después de la función, Dorian rechaza a Sibila diciendo que su belleza radicaba en su arte y, como ya
no podía actuar, entonces Dorian ya no está interesado en ella. Fríamente, decide romper la promesa
de matrimonio y no ver más a Sibila. De regreso en casa, nota que el cuadro de Basil ha cambiado, por
lo que se da cuenta de que su deseo se ha cumplido: el retrato tiene ahora un sutil gesto de crueldad.

A partir de entonces, la edad y los pecados que Dorian cometa se verán marcados en el retrato mientras
que él mismo conservará su aspecto exterior sin ningún cambio. Dorian decide reconciliarse con Sibila,
pero a la mañana siguiente Lord Henry le da la noticia de que Sibila se ha suicidado tomando ácido
prúsico. Dorian oculta el cuadro en una habitación, a la que solamente él tiene acceso. Durante los
siguientes dieciocho años, Dorian experimentará todos los vicios posibles, bajo la influencia de una “ponzoñosa”
novela francesa, obsequio de Lord Henry.

Una noche, antes de partir con destino a París, Basilio visita a Dorian en su casa para cuestionarlo
acerca de todos los rumores que circulan sobre sus pecados y vicios y sobre las personas corrompidas
por su influencia. Dorian culpa al propio Basilio de su destino y lo apuñala en un arranque de rabia.
Para deshacerse del cadáver, Dorian chantajea a Alan Campbell, un químico, para que destruya el cuerpo
con ácido. Buscando alivio y olvido para su crimen, Dorian entra a un fumadero de opio. Allí, James
Vane, el hermano de Sibila, escucha a una mujer llamarlo “Príncipe Encantador” y lo sigue con intenciones
 de matarlo, pero desiste debido a que la apariencia juvenil de Dorian hace improbable que haya estado involucrado
en el suicidio de su hermana Sibila de dieciocho años. James deja ir a Dorian. La mujer que
conocía el sobrenombre “Príncipe Encantador” se le acerca para reclamarle por no haberlo matado,
revelándole que Dorian no ha envejecido desde hace dieciocho años, según ella, por un pacto con
el diablo.

En el transcurso de una cena, Dorian se desmaya de terror al ver al hermano de Sibila Vane, James, acechándolo. Al
día siguiente, durante una partida de caza, James es alcanzado accidentalmente por
 un disparo destinado a matar a una liebre. James Vane muere ahí mismo. Después de regresar a Londres, Dorian
 informa a Lord Henry su decisión de enmendar su camino. De ahora en adelante, corregirá
su vida y por lo pronto abandona, sin corromper, a su última conquista romántica; una bella joven que
vive en el campo llamada Hetty Merton. Lord Henry no cree que esta acción sea sincera, mientras
que Dorian se pregunta si este gesto de renuncia al vicio se reflejará en el retrato, mejorando su aspecto.
Una vez que Lord Henry se retira, Dorian Gray entra a la habitación donde ha mantenido su retrato
escondido, pero descubre que ahora su apariencia es aún peor. Se da cuenta de que el gesto que tuvo
de dejar intacta la virtud de Hetty fue provocado únicamente por vanidad, curiosidad o búsqueda de
nuevas sensaciones. Entonces descubre que solo una confesión completa de sus pecados lo redimirá,
pero no está dispuesto a afrontar las consecuencias. En un arranque de furia, ataca la pintura con el
mismo cuchillo con el que asesinó a Basilio. Los criados escuchan un grito desde la habitación clausurada.
La policía ya alertada y los criados entran con algunas dificultades para encontrar el retrato de su amo
con la frescura y la lucidez de la adolescencia que tenía antes. Al lado suyo, sin embargo, encuentran tirado
en el piso el cuerpo muerto de un hombre mayor consumido y decrépito, apuñalado, con un rostro
repulsivo lleno de arrugas; sólo los anillos de su mano le identifican como Dorian Gray.

Personajes


En una carta, Wilde dijo que los personajes de El Retrato de Dorian Gray son, de diferentes formas,
reflejos de sí mismo: "Basilio Hallward es lo que creo que soy; Lord Henry lo que el mundo piensa de mí; Dorian lo que
 me gustaría ser en otras edades, tal vez."

Dorian Gray: Joven extremadamente atractivo, de ascendencia noble, quien es cautivado por la nueva
idea del hedonismo de Lord Henry.

El personaje de Dorian Gray sufre una evolución a lo largo de la obra, pasa de ser un inocente y
encantador joven, a un vicioso y un embaucador, que no duda en entregarse a todos los placeres, sin
importarle si son moral o inmoralmente aceptados.

Basilio Hallward: Artista que se encapricha con la belleza de Dorian, quien le ayuda a darse cuenta
de su potencial artístico, aunque el retrato que hizo de Dorian resulta ser su mejor trabajo. No es más
 que un artista puro y apasionado.

Lord Henry Wotton: Noble que inicialmente es amigo de Basil, pero que después queda intrigado
por la ingenuidad y belleza de Dorian. Es extremadamente ingenioso. Es visto como una crítica a la
cultura victoriana tardía que abraza una visión indulgente del hedonismo. Corrompe a Dorian con su
visión del mundo, así que Dorian intenta emularlo. Basil lo llama "Harry".

Sibila Vane: Actriz muy bella, pero extremadamente pobre que se enamora de Dorian. Su amor por él
destruye su carrera, ya que no encuentra placer en la imagen ficticia del amor al tener un amor verdadero
y real. Se suicida cuando Dorian ya no quiere casarse con ella, pues ha descubierto no estar enamorado de
ella, sino de su arte.

James Vane: Hermano de Sibila que se convierte en marino y se marcha a Australia. Es
extremadamente protector con su hermana, y no se atreve a dejarla porque cree que Dorian la
perjudicará. Intenta matar a Dorian, pero al ver que su rostro es joven y fresco, cree que no es él. Se
lo describe como un tipo recio y cuadrado. Muere más tarde en un accidente durante una cacería, lo
que Dorian interpreta primero como un presagio de que la muerte lo persigue, pero se alivia al ver
que el hombre fallecido era James, quien lo perseguía para matarlo.

Mrs. Vane: Madre de Sibila y James, actriz vieja y acabada. Sibila y ella están consignadas en el teatro
pobre para pagar sus deudas. Está extremadamente complacida con la relación entre Sibila y Dorian
por la promesa de estatus y riqueza del joven.

Alan Campbell: Buen amigo de Dorian que termina su amistad con él al poner en duda su reputación.
Ayuda a Dorian con el asesinato de Basil Hallward quemando su cuerpo, y decide luego suicidarse una
noche en su laboratorio.

Lady Agatha: Tía de Lord Henry. Participa activamente en trabajos de caridad en Londres.

Lord Fermor: Tío de Lord Henry. Le informa a él sobre el linaje de Dorian.

Victoria, Lady Henry Wotton: Esposa de Lord Henry, que sólo aparece en la novela en una escena en
la que Dorian espera a Lord Henry. Más tarde, se divorcia de éste.

Víctor: Leal sirviente de Dorian quien, con el aumento de la paranoia de su patrón, es enviado a hacer
encargos inútiles para disuadirle de que entre en la habitación donde se encuentra el retrato de Dorian.

Hetty Merton: Campesina de la que se enamora Dorian y tiene un romance cuando Dorian decide tener
 una nueva vida olvidándose de su pasado y alejándose del hedonismo.

·                                                   Análisis formal

El narrador de la novela se trata de una tercera persona limitada. Éste nos describe ambientes y se refiere
a los personajes en tercera persona, pero tan sólo relata lo visto, oído, sentido o pensado por el personaje
 de Dorian Gray.

El texto que compone la novela es en su mayoría texto dialogado. Un diálogo brillante e ingenioso, así
como provocador y amoral, a través del cual podemos conocer a ese agudo conversador que fue Oscar
Wilde, que como él mismo afirmó había puesto todo su genio en su vida, y en sus obras sólo había
puesto su talento.

Realmente, el lector parece estar escuchando al propio Oscar cuando interviene el personaje de Lord Henry,
desplegando con su lenguaje elocuente y su elegante y refinado estilo, propio del perfecto “gentleman”, su corrosiva
 y controvertida filosofía de vida. Una filosofía de vida que aunque no se comparta y llegue incluso a consternar por
 la perversidad de sus planteamientos, no deja de seducir al lector, cuando no le arranca una sonrisa; pues es
innegable el sentido del humor en sus diálogos; un humor agudo, mordaz, inteligente, rutilante, en definitiva, un
humor británico cargado de ironía (porque aunque el autor sea irlandés de nacimiento, en aquel entonces Irlanda
pertenecía al Reino Unido. Asimismo, Oscar estudió en el Trinity College de Dublín, centro de estudios de ideología
 protestante y por tanto proinglés, acudiendo posteriormente al Magdalen College de Oxford, cuna de la cultura
anglosajona. Por lo tanto, es lógico encontrar ese refinamiento e ironía inglesa
 en su literatura.).

Ejemplo de este humor lo podemos encontrar en los comentarios de Lord Henry, como aquel que dice
“la inteligencia es en sí misma un modo de exageración y destruye la armonía de cualquier faz” para decir
que no puede haber persona inteligente que sea bella, ni persona bella que sea inteligente.

Otras de sus frases deliciosamente ácidas, y más para la época en la que las escribió su autor, son:

“El único encanto del matrimonio es que proporciona una vida de decepción absolutamente necesaria
 para ambas partes”.

“Hoy en día, la mayoría de la gente muere de una especie de rastrero sentido común, descubriendo, cuando
ya es demasiado tarde, que lo único que uno nunca deplora son sus propios errores”.

“Todos nos convertimos en horrorosos polichinelas alucinados por el recuerdo de las pasiones que nos atemorizan y
de las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el valor de ceder”.

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